
Porque de todo comienza a ser ya mucho tiempo, porque las cosas cambian, porque sabemos hacer del escapismo un arte, porque siempre queda espacio para nuevas libertades, y porque me dejo querer por ti, no hay males que duren más que yo, y prefiero bailar charlestón donde conviene estar parado, porque emprendemos nuevos viajes extraordinarios, porque perdimos el equipaje con nuestras rutinas, porque la ruina trajo consigo de la mano las musas y prefiero cantar rocanrol donde conviene estar callado.
Perdiendo trenes bajo la lluvia, sólo me espera quien no me conoce, busco a tientas el próximo refugio y ya no creo en los anuncios de felicidad, no van a cesar todas las preguntas aunque sean las mismas, alguien me ama, alguien me destruye, ventanas o espejos, quebrados o abiertos, oscuras olas que impiden tu regreso, la indefensa necesidad de amor conyugal, en realidad prefiero que sean los demás los que se diviertan y se lo pasen bien.
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